1. Ora por tu lugar de Trabajo
Siempre ora por el lugar dónde trabajas, no importa si apenas vas a ingresar o ya llevas algunos años trabajando en esa compañía.
Ora por los dueños de esa empresa para que todos los negocios y tratos que realicen sean legales conforme a la voluntad de Dios. Así evitarán maldiciones financieras y serán una fuente de bendición para sus trabajadores.
En segundo lugar, ora por tus jefes inmediatos para que Dios les de un corazón humilde, así, serán sabios con sus subordinados.Cuando estés en tu cuarto de rodillas ora por tus compañeros para que Dios les de gozo y alegría en su trabajo.
Pasos para recibir la bendición de Dios
Finalmente ora por ti y tu espacio de trabajo. Pídele a Dios que ese lugar sea bendito, que la gente esté contenta con lo que realiza, que reine Dios en ese lugar, que te de la sabiduría para desarrollar todas tus actividades con excelencia.
Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
2. Pide la Bendición de Dios para tu espacio laboral
Si eres de las personas que llega muy temprano a tu trabajo, no pierdas la oportunidad de poner alabanzas en esa oficina o fábrica. Ora en la mañana, pide la bendición de Dios en cada lugar de ese espacio. No tengas miedo o pena, extiende tus manos y pide a Dios su favor y gracia para contigo y tus compañeros de trabajo.
Estoy segura, que en ese momento la atmósfera de tu trabajo comenzará a cambiar porque el Espíritu Santo se empezará a manifestar allí.
3. Realiza tu trabajo con excelencia como si fuera para Dios
¡Glorifica a Dios en tu trabajo! Da con alegría la milla extra que nuestro señor Jesús nos pidió. En la Biblia existen varias historias de empleados ejemplares.
En este momento, se me viene a la mente la historia de José el Soñador un muchacho que siempre realizó su trabajo con excelencia, sabiendo que Dios ve los corazones de las personas. Este joven, poco a poco, se ganó el reconocimiento y confianza de sus patrones.
Pero sobre todo, se ganó el favor de nuestro Padre Celestial, quien jamás lo abandonó y lo llevó a lugares inimaginables. El puesto de José fue clave para salvar a dos naciones: Egipto e Israel. Puedes leer su historia completa a partir del capítulo 37 de Génesis.
Sé agradecido con el puesto que Dios te da, honra ese puesto y da lo mejor de ti, sabiendo que todo pasa conforme a la voluntad de Dios. No menosprecies la bendición que Dios te está dando a través de tu empleo. Acuérdate que quien es fiel en lo poco, en lo mucho también lo será. El señor busca administradores leales, que lo honren en espíritu y verdad.
4. Controla tu lengua
No hables mal de las personas, evita enredarte en chismes. Cuida tus oídos, no te prestes a rumores. Antes de emitir un juicio sobre alguien, piénsalo muy bien.
Recuerda que la lengua puede ser más cortante e hiriente que una espada.
No hables mal de las personas, evita enredarte en chismes. Cuida tus oídos, no te prestes a rumores. Antes de emitir un juicio sobre alguien, piénsalo muy bien. Recuerda que la lengua puede ser más cortante e hiriente que una espada.
Si quieres que en tu espacio de trabajo haya paz, armonía, compañerismo, pero sobre todo que reine Dios. Por favor, contribuye con ello, que tus oraciones sean congruentes con tus pensamiento, palabras y acciones. Tú eres llamada a ser luz en medio de las tinieblas. No seas como los demás. No desprestigies a una persona, buscando la aceptación de tus compañeros. Mejor, aléjate de esos temas.
